Estamos en el siglo XXI, se nos llena la boca de orgullo cada vez que recordamos lo avanzados que estamos, lo modernos que somos, lo bien que cuidamos el medio ambiente (si es que lo cuidamos), lo que luchamos por lo derechos de los animales, la integración de las personas inmigrantes, por la igualdad entre hombres y mujeres...
Y nos encontramos con un parking público en pleno centro de Oviedo, debajo de "la gorda", en el que las personas con discapacidad física no pueden acceder al mismo. Bueno, sí pueden, bajando un par de tramos de escaleras o por los accesos rodados ¡¡para los coches!!. Eso sí, una vez dentro, podrán aparcar en las plazas reservadas para discapacitados.
No entiendo como ninguna normativa municipal, regional o nacional obliga a que estos equipamientos sean totalmente accesibles a discapacitados; vale que las instalaciones son antiguas, pero sus tarifas son de lo más moderno. Si pueden poner al día los precios, que pongan al día los accesos.
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