viernes, 28 de agosto de 2009

Daltonismo entre los conductores de TUA

Cuando uno aprueba el carné de conducir (cualquiera de ellos) tiene claro que un semáforo tiene, por norma general, tres luces. Cada una de ellas tiene un color que representa un significado muy concreto e inequívoco.


Excepto para algunos conductores de autobús urbano de Oviedo (TUA). Varios, de hecho. Para ellos el ámbar significa algo así como "písale que se nos cierra" y el rojo tiene unos instantes de "uy, que casi no me da tiempo a pasar".


Cierto es que mucha gente interpreta así los semáforos. Pero cuando uno está conduciendo un vehículo en ocasiones atestado de personas, y con una longitud de hasta 18 metros... No sé cuanto tiempo puede pasar desde que el conductor hace su particular lectura del semáforo hasta que la trasera del bus termina de pasar bajo éste, pero estoy seguro de que en cruces como Fuertes Acevedo con Julián Clavería, donde la maniobra se repite cada día, los vehículos que salen de Julián Clavería ven su semáforo en verde cuando el bus está empezando a llegar a la zona de intersección... Y toca joderse y esperar, lo justo para que pase el bus y tu semáforo se cierre (permacene abierto unos pocos segundos).


Se me ocurren un par de opciones como solución:
  1. Explicarle a los conductores que la luz de arriba es la de parar y la de debajo la de seguir, olvidémonos de los colores, está claro que no sabemos diferenciarlos.
  2. Tomemos nota de la fecha, hora y lugar de la infracción (es fácil si conservamos el billete) y tramitemos una denuncia ante la empresa y la Policía Local.
En fin, no nos extrañe que de vez en cuando haya accidentes con autobuses urbanos de por medio.