jueves, 5 de mayo de 2011

A votar...


Sí, vale, pero ¿a quién?.
Este año, perdida toda esperanza en la clase política, de cualquier índole y con peor sensación cuanto más amplio en su ámbito de actuación, creo que voy a cambiar mi actitud a la hora de elegir a quien voto.
Reconozco que lo que se merecen algunos candidatos, de hecho casi todos, es que en la urna les metamos un vale por un bollu preñáu, con botella de vino incluida. Perderíamos el tiempo, pasaríamos a formar parte del conjunto de votos nulos que seguramente estén llenos de ocurrencias parecidas.
Otra opción es el voto en blanco, pero no tengo muy claro que se contabilice por separado, ni a quién beneficia; seguramente a la fuerza más votada, con lo cual... va a ser que no.
La última que se me ocurría es la abstención. Esta sí que les jode, en una abstención los partidos “de toda la vida” ven un voto perdido.
Pero este año tengo un escenario distinto, ¡y no lo digo por Cascos! Que parece que en Asturias sólo se presenta él... y reconozco que me da un poco de miedo lo que pueda/quiera hacer este hombre.
Este año hay una lista (no digo cual, el voto es secreto, jejeje) en la que figuran dos personas que conozco, y a quienes tengo por gente sensata, honrada y trabajadora. Y eso que a una de ellas hace años que no me la encuentro, pero en aquel entonces sí encajaba en el perfil que comento.
Así que este año votaré con la esperanza de que algo cambie, alguien se preocupe por los problemas de Asturias (y de los asturianos), de Oviedo y sus pueblos y barrios... y dejen de tocarse los huevos, hacer caja y preparase una pronta y solvente “jubilación”, que viene a ser el concepto que tengo de los cargos electos en los últimos tiempos.
A ver en qué queda la cosa...

domingo, 24 de abril de 2011

Año de elecciones... sorpresa segura

Estaba dando un paseo por la calle Uría cuando veo a un policía local uniformado bajarse de un Opel Astra blanco, matrícula O-xxxx-BT, vamos de hace como 15 años, sin ninguna identificación... Como llama la atención que anden nuestros apreciados agentes de la autoridad en semejante cafetera, me dió por echar un vistazo al interior, donde esperaba su compañero con estoica paciencia, y veo en el salpicadero una especie de cámara... con tola la pinta de ser ¡¡un multómetro!!

Sabía que en Gijón andan con un juguete de estos, pero no que se nos había contagiado su capacidad recaudatoria...

¿Alguien sabe algo de esto?

En fin, en año de elecciones, lo mejor es dar por el saco al ciudadano; este Gabino cada día hace cosas más raras; igual es que le van sobrando unos miles de votos y para mantener la emoción en el recuento, les encarga a los municipales que nos den por culo un rato.